Alberto Grimaldi, Director Ejecutivo del Grupo Asegurador La Segunda, entre otros 50 directivos de aseguradoras y brókers, participan del informe que se publicará en la próxima edición de Revista Estrategas sobre perspectivas pospandemia. “Deberemos poner en juego toda nuestra inteligencia y sensibilidad para construir las respuestas para las nuevas demandas y oportunidades”, dice Grimaldi en este adelanto.

Adelanto del informe Perspectivas Pospandemia de la próxima edición de Revista Estrategas, del que participan 52 directivos de aseguradoras y brókers.

Alberto Grimaldi, Director Ejecutivo del Grupo Asegurador La Segunda

¿Cómo imagina que será la situación de la economía argentina en la “posguerra”, es decir cuando termine la fase crítica de la actual pandemia?

Va a ser una situación sumamente difícil, donde los condicionamientos por todos conocidos, que tienen que ver con la fuerte reducción de la actividad productiva a nivel local, regional y global se potencian con dos ingredientes exclusivos de nuestro país y que son particularmente nocivos: la muy compleja situación de Brasil, nuestro principal socio comercial -donde también se agrega el peligro sanitario por la extensa frontera que compartimos- y la coyuntura de negociación para la reestructuración de la deuda, cuyos resultados van a ser obviamente determinantes, para bien o para mal, en el rumbo económico de la Argentina.

Creo que ese cóctel nos hace especialmente vulnerables y exigirá un esfuerzo muy grande de parte de todos los sectores para, una vez más, campear la tormenta con la mayor pericia posible.

De todos modos, como cooperativistas que somos, nos caracteriza el optimismo, la convicción en que el esfuerzo común a partir de consensos colectivos, la responsabilidad y la construcción solidaria poniendo a las personas en primer lugar, siempre nos van a llevar a encontrar caminos de solución.

¿Cuáles serán los cambios más destacados y la situación general del mercado de seguros cuando finalice la crisis desatada por el Covid 19?

Particularmente veo un mercado más competitivo, más profesional, que aprendió mucho y rápido de esta situación. Un mercado que, lógicamente al principio va a estar en alguna medida debilitado, pero que con inteligencia y sabiendo capitalizar las múltiples oportunidades que comienzan a surgir, se va a recuperar y fortalecer.

La industria está experimentando un gran aprendizaje en estas circunstancias, el cual se traduce en medidas que, aunque con ciertas variantes, la gran mayoría estamos aplicando: la agilidad para cambiar y mejorar procesos, la capacidad para una rápida adaptación y flexibilidad para brindar mejor servicio al cliente y las estructuras de venta y servicios, como también para dar respuestas al personal, tanto desde lo técnico como desde lo humano para que puedan trabajar desde sus casas sin resentir la calidad en la gestión.  

Me animo a decir que de esta situación, sin soslayar los inevitables impactos en lo material, vamos a salir fortalecidos como sector. Creo que estas circunstancias operaron como un gran acelerador que nos trasladó rápidamente hacia escenarios cada vez más evidentes y consolidados, donde las personas comienzan a elegir hacer más cosas desde sus casas, toman conciencia de las cualidades de la autogestión, comienzan a exigir soluciones cada vez más rápidas y a medida y, todo ello sin dejar de demandar una atención de persona a persona toda vez que las circunstancias lo requieren.

Superada la fase actual, ¿cuáles piensa que serán los ramos o negocios aseguradores más dañados y cuáles los que tendrán mejores perspectivas?

En torno a esta cuestión, primero se debe tener en cuenta que, por lógica, las caídas o los incrementos en los diversos ramos van a tener que ver con las circunstancias y condiciones que atraviesen los distintos segmentos de clientes. Solo para ensayar una respuesta de alguna manera abarcativa, probablemente en la mitad del vaso vacío podamos ubicar a los ramos que hoy ya vienen mostrando impactos negativos, básicamente lo que tiene que ver con riesgos del trabajo y automotores. Pero te repito que todo va a ser relativo. De un lado vas a encontrar a personas y empresas luchando por mantener los seguros obligatorios; mientras que del otro es posible que en determinados sectores se expandan los ramos que tienen que ver con las coberturas de salud, de vida y de retiro, con el ecosistema tecnológico en sus dimensiones hard y soft, con las coberturas que salvaguardan a las empresas y organizaciones frente a fenómenos naturales de gran magnitud; entre otras diversas posibilidades.

En la etapa pos Covid 19, ¿habrá cambios en la comercialización de seguros?

Sin dudas que los va a haber. El escenario que viene -que ya está instalado en realidad- es un mercado más exigente donde nos encontramos con un consumidor individual y corporativo distinto: que visualiza nuevos riesgos, que está más informado, que tomó conciencia de cuántas cosas se pueden hacer de manera remota y comprobó la fuerza y utilidad que tienen las redes, que es más consciente de sus necesidades reales, de sus posibilidades y, sobre todo, que internalizó que el mundo no es tan estático ni seguro; sino que muchas cosas pueden cambiar profundamente en lapsos muy cortos de tiempo. Todo eso posiciona a las personas y a las empresas -en realidad nos posiciona a todos- en otras miradas y perspectivas que hacen que nuestras prioridades y demandas cambien significativamente.

Obviamente que, al reconfigurarse las sociedades, se reconfiguran los negocios y las empresas, y la industria aseguradora no es ajena a este fenómeno. Al contrario, por esa pérdida de seguridad, por este profundo movimiento que sacude vigorosamente a la forma de vida a la que estamos acostumbrados, el mercado de seguros va a ser uno de los más impactados. Ahí deberemos poner en juego toda nuestra inteligencia y nuestra sensibilidad para construir las respuestas para las nuevas demandas y las nuevas oportunidades que ya están surgiendo y que sin dudas surgirán.

¿Qué pronóstico puede hacerse en materia de crecimiento o decrecimiento del sector asegurador para el próximo ejercicio 2020/2021? ¿Qué pronóstico hace para su propia empresa en el mismo período?

No creo que haya picos marcados, ni hacia un lado ni hacia el otro. Como se sabe, el impacto es importante y posiblemente lo sea aún más en los próximos meses. La faz más negativa tiene que ver con las consecuencias lógicas de esta situación: mermas en los niveles de cobranza y en el volumen de cartera, una alta complejidad en lo financiero, impacto en la liquidez y otra serie de problemáticas que varían de acuerdo a la historia y políticas de cada colega, los niveles de solvencia y demás componentes propios de cada situación. Igualmente, como decía más arriba, será cuestión de nuestra inteligencia y capacidad no solo para sortear escollos sino sobre todo para capitalizar oportunidades.

En lo que al Grupo La Segunda respecta, afortunadamente estamos en una situación muy sólida, con excelentes indicadores de liquidez y solvencia, a la vez que, pese a esta situación, el Grupo continúa en franco crecimiento. Esta crisis nos encuentra en una posición de solvencia firme, con importantes márgenes. A pesar de la total sorpresa que produjo, ya veníamos tomando recaudos por el contexto económico desde finales de 2019. La liquidez de las carteras de inversiones es alta y están sumamente apuntaladas en aplicaciones de montos en activos de pronta disponibilidad.

Por todo esto, en nuestro caso planificamos un escenario donde se mantiene el crecimiento y donde el gran desafío es comprender, adaptarnos y ser protagonistas del cambio que está experimentando nuestra industria, a partir de las transformaciones sociales y culturales que se están dando a nivel global de la mano de las nuevas tecnologías.

Fuente: http://www.revistaestrategas.com.ar/contenidos/5685/la-industria-est%C3%A1-experimentando-un-gran-aprendizaje

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